Psicología ambiental: El impacto del espacio que habitamos en el bienestar humano

Psicología ambiental: El impacto del espacio que habitamos en el bienestar humano

La psicología ambiental es la rama de la psicología que estudia la interrelación del ambiente físico con la conducta y experiencia humana. Esta ciencia constituye la estructura de la vida diaria, ya que investiga los efectos que tienen algunos factores del día a día en el ser humano, como lo son: los ambientes en los que se vive, la aglomeración, el ruido, la luz, la dimensión espacial, etc.

Surge en los setentas, ya que esta fue la época en la que el mundo en general empieza a tomar consciencia acerca del medio ambiente, y la aglomeración. Los investigadores se centran en la influencia del medio ambiente y las modificaciones que ha sufrido este sobre las personas, sus conductas y actitudes. Por lo tanto, también se centra en las sociedades que son un resultado del conjunto de personas con conductas y actitudes en un ambiente. Dicha disciplina se vale de distintos metodologías para tener validez, como lo son la creación de experimentos en laboratorios y experimentos en campo mediante la observación. Se escoge el método que sea más adecuado según lo que se esté investigando.

 

La aplicación de la psicología ambiental en la arquitectura, diseño interior, y arquitectura de interiores radica en que se ha demostrado mediante distintas investigaciones que la utilidad de un espacio dependerá del grado en que satisfaga las necesidades holísticas del usuario, es decir tanto físicas, biológicas, sociales, y espirituales. Así mismo, está científicamente comprobado que el ambiente es capaz de influenciar al humano y afectar su conducta ya sea de forma positiva o negativa.

 

a. Percepción, conocimiento y actitudes.

 

La percepción ambiental permite reconocer el ambiente físico inmediato mediante los sentidos, por ejemplo, cuando un individuo ingresa a un lugar repleto de mesas, que huele a comida, inmediatamente sabe que está en un restaurante, es decir, la vista, el olfato, el oído, el tacto, y el gusto influencian la primer impresión que se genera de un ambiente. Para percibir el espacio es indispensable una experiencia motora o un intercambio físico con el ambiente, es decir, la interacción del ser humano con el ambiente, para que exista una retroalimentación y se pueda generar una actitud acerca del espacio. Es tarea del individuo explorar, seleccionar, y clasificar la gran cantidad de estímulos sensoriales que provienen del ambiente.

 

Existen cuatro variables comparativas establecidas por los psicólogos ambientales investigadores para identificar cuales son las dimensiones de la estimulación ambiental, las cuales son: novedad, complejidad, sorpresa e incongruencia. Éstas son características que resultan captar la atención del ser humano cuando ingresa a un ambiente, es decir éste no las contiene, el individuo perderá interés o tendrá una experiencia no satisfactoria. Y en caso de que se tengan todas estas características pero en cantidades exageradas también pueden resultar agobiantes para el individuo, por lo tanto, es importante crear un balance entre estos al punto que cautiven e interesen al usuario sin sobrecargarlo de información o dificultando la comprensión del espacio.

 

La percepción ambiental es algo que no se aprende ya que ni siquiera se reconoce cuando se lleva a cabo porque el ser humano lo hace desde pequeño, incluso antes de tener uso de razón. Se recibe la información del ambiente por medio de los sentidos y ésta le sirve al ser humano para orientarse y tomar una dirección que resulta conveniente y cual es la mejor manera de llegar a ella.

 

“La percepción del ambiente proporciona las bases para conocer el mundo que habitamos y este conocimiento es indispensable para adaptarnos a él.” (Holahan, 2009)

 

Así mismo, el conocimiento previo influye en la percepción del ambiente, ya que éste comprende el almacenamiento, organización y reconstrucción de imágenes de las características que no son visibles al momento. En la prehistoria, la supervivencia del ser humano dependía de esta cualidad, ya que era indispensable que no volviera al sitio del que venía, sino que siguiera avanzando en descubrir nuevos territorios, o tenía que recordar donde conseguía algunos alimentos o herramientas.

 

Al conocer un ambiente e interactuar con el, automáticamente se genera un mapa mental o en este caso, se llaman mapas cognoscitivos del lugar. Los mapas se ven directamente influenciados por la función, el significado, o la relación que un espacio tiene para una persona en específico.

 

Se realizaron múltiples experimentos en los cuales se seleccionaba un grupo de personas para realizar mapas cognoscitivos de un mismo ambiente geográfico, digamos una ciudad, sin embargo, cada mapa fue diferente. A veces los elementos estaban en un lugar diferente, ya que ciertas edificaciones estaban ahí pero no tenían significado para el dibujante, por lo tanto no se les prestaba tanta atención, también se reconoció que algunos elementos estaban más grandes de lo que realmente eran por lo que significaban para las personas en el experimento, es decir, su lugar de trabajo, su vivienda, etc. Sin embargo, también hubo algunas similitudes en los dibujos de los mapas, como lo fueron sendas, bordes, distritos (colonias o municipios), zonas de confluencia (desplazamiento), e hitos, es por eso que se concluye que existen características urbanas que facilitan la formación de un mapa mental claro, así como otras que lo inhiben. Otros factores importantes aparte de los ya mencionados, que influyen al realizar la legibilidad de un ambiente, son: las obras o elementos arquitectónicos, áreas abiertas o con vegetación, el horizonte, la clase social, entre otros.

 

Las variaciones que existen en los mapas cognoscitivos se pueden exponer como: 1. fragmentación: así se le llama a un objeto que falta en el mapa, 2. distorsión: la geometría se aparta de la realidad debido a sentimientos o experiencias del dibujante hacia el objeto, y 3. aumento: el individuo incluye un objeto que no existe. Sin embargo, existen más variaciones como la clase social, el sexo, el estilo de vida, la familiaridad con el ambiente, y la participación social.

Al conocer un ambiente no solo se utiliza la vista, sino también los demás sentidos, se recuerda el olor característico de algún espacio, o la textura que tiene el piso, el muro o los muebles. Lo único que se requiere para conocer un espacio es tener una interacción directa con el ambiente para de esta forma generar una experiencia propia, ya que ningún individuo experimenta exactamente lo mismo que otro en el mismo ambiente, ya que cada quien lo percibe diferente, y depende de la retroalimentación sensomotora adquirida a través de la vida de cada humano.

 

Basado en previas investigaciones del conocimiento del ambiente de diversos psicólogos se definen las cualidades de un diseño legible en los siguientes diez conceptos: singularidad, simplicidad, continuidad, dominio, claridad, diferenciación direccional, alcance visual, conciencia de movimiento, orden temporal, y nombres.

Por otra parte, las actitudes humanas, son las que desarrolla, agradables o desagradables, el individuo una vez que ha interactuado con el ambiente, lo ha percibido y conocido. Éstas son las bases para que el individuo decida donde vivir, que sitios frecuentar, y como se siente respecto a ellos.

 

El interés por investigar la conducta humana surge de la necesidad de modificar la conducta del ser humano hacia el medio ambiente, en cuanto a conservación y preservación. Desde el estudio general de la psicología se establece que una actitud se define como los sentimientos de las personas hacia los objetos o situaciones, y éstos resultan ser favorables o desfavorables. De esa inquietud, se realizan distintas investigaciones que arrojan que las personas en general prefieren espacios naturales, como lo son al aire libre con vegetación natural y se gozan de manera favorable los espacios que resultan familiares.

 

Así mismo, resulta importante el rol de la conservación ambiental, es decir se vio perdido en un momento y de ahí nació la preocupación por investigar esta área de la psicología ambiental, es por eso que ahora se crea conciencia acerca de los daños que se pueden generar en el medio ambiente, e incluso la sociedad lo ha aceptado y comprendido que es indispensable unirse a solucionar esto porque en la actualidad ya se pueden ver los cambios que ocurren con los paisajes naturales.

 

Se desarrolló una “Escala de Descripción Ambiental” para que los usuarios, sin ser profesionales de la materia, pudieran describir y evaluar una serie de espacios para ser parte de distintas investigaciones. Esta escala contiene adjetivos buenos y malos, por ejemplo: Adornado - Sencillo, Vacío - Lleno, entre otros. Ninguno es bueno o malo, por lo tanto eliminan un poco de subjetividad y la influencia que cada espacio tiene en el individuo y se limitan a evaluar solo lo que está en el espacio sin permitirse ser influenciados fuertemente por sentimientos o experiencias, sin embargo estos factores no se pueden erradicar en su totalidad, siempre existirán en el subconsciente.

 

Los resultados de las investigaciones que se basan en la actitud ambiental, arrojan conceptos que resultan interesantes en la planeación y creación de espacios tanto exteriores como interiores ya que permiten comprender el punto de vista del usuario, y como funciona el estímulo que se pretende crear desde su propia mente. Se establece que para que ocurra un cambio de actitud hacia un ambiente, el individuo debe de prestar atención al estímulo, el individuo debe ser capaz de comprender el mensaje, y por último, debe de aceptar el mensaje. 

 

Se concluye que algunos elementos que pueden resultar útiles para afectar de manera positiva o negativa la actitud de un ser humano en un espacio, son: los espacios abiertos, vegetación natural, la privacía, la aglomeración, la densidad espacial, ruido, iluminación, color, ubicación,  contaminación, entre otros.

 

b. Rendimiento

 

Al saber que el ambiente afecta directamente la conducta del individuo, se empezaron a realizar investigaciones acerca de que cambios se pueden hacer en cuanto a la planeación de un ambiente para mejorar la experiencia del ser humano, es decir, como se puede mejorar el rendimiento de éste en el espacio. Por ejemplo, que elementos colocar o quitar, para que la productividad en una oficina suba, o para que los alumnos de un salón de clases puedan poner atención más fácilmente, mejoren sus calificaciones, y por lo tanto, su aprendizaje.

 

Se han realizado distintos experimentos en el laboratorio manipulando todas las variables y en campo observando la situación y después manipulando algunas variables como poner o quitar elementos, cambiar la distribución, agregar divisores, etc. y estas investigaciones han arrojado que existen varios factores ambientales que influyen en el rendimiento de un individuo dentro de un espacio, y determinan el nivel de productividad, eficiencia, precisión, fatiga, y tedio que afectaran la vida del usuario. Algunos de los factores que resulta importante tomar en cuenta, son: iluminación, ruido, temperatura, privacía, aglomeración, densidad espacial, entre otros.

 

La disposición espacial tiene como objetivo disponer de todos los espacios del ambiente de manera que se logré el máximo rendimiento en todas las actividades interrelacionadas que se llevan a cabo en el espacio. De tal manera que si se logra la disposición espacial de una manera óptima, se generan conductas dirigidas al cumplimiento de un objetivo, o un buen rendimiento.

 

Los psicólogos dividen el rendimiento humano en tres tipos de actividades, las cuales son: actividades físicas, actividades mentales, y actividades de interacción. Las actividades físicas son literalmente las que requieren de un esfuerzo físico, como son: cargar objetos, martillar, pintar, etc. Se descubrió que éstas no se realizan de la misma forma en verano que en invierno, ya que en verano al afectar el factor temperatura, los obreros se mostraban un poco más lentos o sin ganas de hacer su labor, por lo tanto bajaba el rendimiento y con él la productividad. Las actividades mentales son aquellas que incluyen actos como pensar, leer, concentrarse y recordar, éstas se ven obstaculizadas por factores que el individuo no puede controlar como es el ruido de cuando pasa una ambulancia, o suena una alarma, etc. Se descubre que el aislamiento del personal es inadecuado para la creatividad, y que en ocasiones resulta útil un nivel óptimo de estimulación, por ejemplo cuando el ruido es inesperado y continuo. Las actividades de interacción representan los sucesos que se realizan entre personas, como: reuniones, fiestas, grupos de estudio, alguna plática acerca de cualquier tema. Un factor importante que afecta la interacción es la limitación espacial, a veces se requiere relacionarse con un grupo mayor de personas pero el espacio no lo permite y después se resulta en un problema de aglomeración que generará estrés en los usuarios. Se observa que en estas últimas actividades, se obtiene un resultado negativo en cuanto a rendimiento cuando se llevan a cabo en espacios donde hay más gente circulando y someten a distracciones e intromisiones.

 

La iluminación puede afectar el trabajo de un individuo en dos formas, la primera es al literalmente alterar la visión, ya que al tener una mínima o nula cantidad de luz se afecta la habilidad de realizar una tarea visual. Y la segunda, resulta en la creación de condiciones de trabajo incómodas, distrayentes o fatigantes. Existe diferente tipo y nivel de luz que se requiere según la tarea que se está desarrollando, por ejemplo, no se utiliza la misma cantidad de luz para leer que para ver la tele, ya que en el segundo caso no se ocupa un nivel máximo de concentración. El contar con poca luz resulta ser igual de perjudicial que contar con un exceso de iluminación ya que se vuelve un deslumbramiento de incapacidad, que igual no permite llevar a cabo actividades de forma óptima.

 

El color es un elemento característico del diseño que sirve para llamar la atención y cautivar al usuario, sin embargo es esencial balancearlo, ya que como mencionado anteriormente en cuanto a iluminación, el contar con muy poco de éste puede resulta aburrido y poco interesante, pero el contar con una explosión de colores puede resultar agobiante y estrenaste para quien entra al espacio, como se explicó anteriormente en la percepción, conocimiento, y actitudes. En el caso del color, también se destaca la psicología del éste, que es el estudio que está dirigido a analizar el efecto del color en la percepción y la conducta humana, puesto que estos elementos tienen una gran influencia en el ser humano, puede afectar su estado de ánimo, y el nivel de estimulación, incluso puede crear reacciones fisiológicas, como: elevar o disminuir la presión arterial y el ritmo de la respiración, entre otros.

 

El ruido es uno de los factores ambientales que más se ha estudiado, ya que en la mayoría de los casos, no se puede controlar y eso genera aún más estrés en el individuo, no obstante en ocasiones resulta ser útil al proceso de rendimiento. La unidad de medición del sonido empleada universalmente es el decibel, o dB, mientras que un murmullo se encuentra en 30 dB, un trueno se encuentra en 120. Las consecuencias del estrés producido por el ruido pueden repercutir incluso en la salud, relaciones sociales y en el bienestar emocional de las personas. El ruido puede resultar un elemento benéfico cuando es utilizado en actividades para mantener individuos despiertos o alertas, digamos un chofer que ha estado conduciendo todo el día y está cansado puede utilizar la radio y escuchar algunas canciones para mantenerse alerta y no dormitar. Sin embargo, este factor también tiene efectos negativos en ciertas circunstancias, como lo son: tipo de tarea desempeñada, características del ruido, y la duración. En este caso, se deduce que cuando se realizan tareas complejas, las que necesitan un alto grado de concentración o vigilancia, el ruido se convierte en un distractor y crea un efecto negativo en el individuo. De la misma manera, los ruidos intermitentes resultan ser más molestos que los ruidos continuos, ya que se produce estrés de que el individuo no puede controlar la situación, no sabe si el ruido seguirá o cuando acabará por los intervalos periódicos irregulares. Además, la duración del sonido va creando una sensación de desagrado conforme éste avanza, es por eso que entre más dure el sonido, peor va a ser la experiencia del individuo en el ambiente.

 

La temperatura es un factor que no sorprende de encontrar en esta lista, ¿Cuántas veces se ha distraído por tener demasiado calor o frío? Esto se debe a la incomodidad que se produce de habitar en un ambiente excesivamente caluroso o frío, ya que reduce de forma directa la calidad del trabajo, es decir no se pone tanta atención en lo que se hace, se hace sin ganas o esfuerzo, e incluso entorpece los movimientos, por ejemplo, cuando hace un frío extremo se pueden congelar las manos y los movimientos son más lentos, por lo tanto entonces no se obtiene el mismo resultado que si se hiciera de una manera consciente, y en condiciones óptimas. La comodidad térmica implica una variedad de elementos, como lo son: la humedad, el movimiento del aire, el nivel de actividad física, y la cantidad de ropa que se lleva puesta. En cuanto a, la temperatura que sería ideal para trabajar no se puede confirmar, ya que como se mencionó anteriormente depende de las actividades que se realicen, sin embargo algunos estudios confirman que la gente se sintió más cómoda a 26ºC.

 

La disposición espacial también es un elemento clave para mejorar el rendimiento del ambiente, puesto que, se encarga de que estén presentes en el espacio todos los objetos que se necesitan para cumplir con el objetivo. Pero no solo eso sino los acomoda de una forma que facilite el acceso de quienes operan esos objetos, sin que nadie le bloquee el paso o entorpezca las necesidades de otro individuo. Como se comenta anteriormente, existen unos límites espaciales para que no se estorbe o dificulte la tarea que realiza otro individuo en el mismo ambiente, por ejemplo, en una situación laboral no se puede tener a una recepcionista que necesita estar contestando llamadas todo el tiempo al lado de un ingeniero que desarrolla tareas complejas y requiere concentración máxima. Las soluciones que se dan a este problema es una mejor distribución por áreas, o incluso la utilización de divisores como son canceles o mamparas, en fin, distintos elementos que respeten la actividad, el espacio personal, y la privacía, ya que éstos incentivan el rendimiento y la mejoría general de la experiencia del ser humano en el espacio.

 

c. Estrés

 

Anteriormente, se describió como el ambiente afecta el rendimiento del individuo en el ambiente y se expusieron los factores que lo afectan, enseguida se expondrá como es que factores ambientales satisfactorios y enriquecedores se convierten en productores de estrés psicológico. 

 

Los psicólogos ambientales clasifican el estrés en dos ramas: orgánico y psicológico. El estrés orgánico según lo define Hans Selye en 1956, es la respuesta no específica del cuerpo a la acción del ambiente. Esto hace referencia a que la anatomía del individuo muestra un cambio por algún estímulo que recibe por parte del espacio con el que interactúa, puede ser un efecto benéfico como dañino, de las dos formas se crea un estímulo. Hans Selye identifica las tres distintas etapas de en la respuesta orgánica del individuo y la clasifica en tres: síndrome de adaptación general, resistencia, y el agotamiento. El síndrome de adaptación es la respuesta inmediata hacia el estímulo al que se enfrenta el individuo, es cuando el sistema nervioso se pone en modo alerta, esto provoca una secreción de la adrenalina, el ritmo cardíaco, la presión arterial, y la conductancia de la piel. La segunda etapa consiste en la resistencia, son cambios fisiológicos realizados naturalmente por el cuerpo humano para combatir el intruso que ataca a la persona. Por último, el agotamiento, es cuando el cuerpo se rinde de protegerse cuando algún estímulo es fuerte y persistente. Por ejemplo, cuando hace mucho frío, el síndrome de adaptación es cuando el cuerpo se da cuenta de que la temperatura es más baja de lo normal por lo tanto se empiezan a experimentar diversos cambios fisiológicos, después el cuerpo pasa a la etapa de resistencia y es por eso que empieza a temblar, ya que está intentando protegerse del intruso, y en caso de no poder controlar o no lograr un nivel optimo de temperatura mediante la reacción del cuerpo, se llegaría a la etapa de agotamiento, en la cual el cuerpo se rendiría de luchar por combatir el frío, y acabaría en una trágica muerte.

 

Sin embargo, el ser humano tiene una gran capacidad para reaccionar a los estímulos producidos por agentes ajenos al cuerpo humano, es por eso que en la mayoría de los casos no se llega a la etapa de agotamiento. Por otro lado, el estrés psicológico permite al individuo evaluar la importancia que tiene el objeto o la situación que causa el estrés. El ser humano evalúa si es una situación que puede controlar y tiene la capacidad de superarla o si esta fuera de su alcance. El estrés psicológico se evalúa de tres formas: la evaluación primaria, la cual involucra un proceso psicológico mediador que sirve para distinguir las situaciones potenciales como amenazantes o benéficas, la evaluación secundaria, consiste en hacer una estimación de las herramientas que se tienen para superar la situación inicial, y por último, la reevaluación, modifica la percepción inicial que se tenía de la situación, ya sea porque el ambiente ha cambiado o porque el individuo a cambiado su forma de ver la situación después de evaluar las herramientas necesarias.

 

Siempre se presentan los mismos factores que producen estrés, sin embargo estos se agudizan y son más constantes en un ambiente urbano, en comparación con un ambiente rural que suele ser más tranquilo y no implicar tanto estrés sobre el individuo. Al igual, se ha descubierto que los más propensos a poseer estrés son los ancianos ya que son más sensibles a los factores que causan estos efectos.

 

Como se ha expuesto anteriormente, los factores que afectan al individuo en el ambiente son los mismos, sin embargo al estudiar el estrés se descubre que afectan no solo la experiencia de individuo en el ambiente, sino también afectan la salud, y la conducta. Por ejemplo, el ruido, fisiológicamente aumenta la actividad electrodérmica, la secreción de adrenalina, y la presión arterial, y también al estar expuesto a un sonido con una intensidad alta por mucho tiempo puede resultar en sordera. Así mismo, otras investigaciones han concluido que la exposición al ruido reduce la disposición de la gente a ayudar a otras personas. Por otra parte, una temperatura extrema también tiene sus efectos en el individuo, por ejemplo, las investigaciones concluyen que existe una relación entre las épocas de calor y las tasas de mortandad, ya que es más fácil contraer enfermedades y se agudizan por lo mismo de la alea temperatura, y en cuanto a conducta se demostró que al estar sometido bajo estos estímulos las personas sentían menos agrado por una persona desconocida, por lo que se ocasionaban más riñas en áreas públicas.

 

Es oportuno deducir que el estrés afecta la salud física y psicológica, la interacción con otras personas, sentimientos de santificación y estado de ánimo del individuo. A fin de cuentas, los factores ambientales que causan estrés son tolerables y favorecedores hasta cierto punto, la cuestión es que el individuo tiene que tener el control. Es decir, puede haber mucho ruido pero si ese ruido proviene de algún reproductor musical y éste puede simplemente bajarlo y regular el sonido a un punto en el que el lo quiera, o simplemente apagarlo, esto evita el estrés. De lo anterior se derivan los tres tipos de control que define James Averill en 1973, control de conducta, es simplemente tener la capacidad de controlar la respuesta que se tiene hacia cierto factor. El siguiente control es el cognoscitivo, que hace referencia a como interpreta el individuo la situación, que percibe el y también influye su conocimiento previo. Y por último, el control de decisión, es el amplio rango de decisiones que tiene el individuo para de alguna forma solucionar la situación.

 

El individuo se basa en la forma en la que percibe el ambiente y su conocimiento previo para solucionar cualquier situación que se le presente, asimismo es cuando se excede la cantidad de información ocurre una sobrecarga de información, lo cual impide al individuo procesar lo necesario para tomar una decisión eficientemente.

 

Algunas de as soluciones que se le otorgan al estrés es contraatacar los factores que lo ocasionan mediante otros elementos, por ejemplo, en el caso del ruido se sugiere emplear aislantes acústicos absorba un poco el sonido y no sea tan molesto para las personas que habitan el área, o en algunos otros casos, como el del ruido urbano, se propone contraatacar con el mismo elemento, sonido, utilizándolo al favor del usuario, es decir, sonidos más placenteros, continuos, y a un nivel de dB óptimo.

 

d. Aglomeración, privacía y territorialidad

 

La aglomeración es un tema que ha preocupado a los investigadores desde el surgimiento de la psicología ambiental, ya que en los años 70s fue cuando se empezó a notar un gran incremento en la población mundial, y como consecuencia se empezaron a observar distintos cambios en el medio ambiente y en la conducta del ser humano. Dicho concepto, afecta la salud física y los procesos sociales, como lo es la interacción, por lo tanto se desatan conductas agresivas y no de solidaridad.

 

Muy frecuentemente se confunde la aglomeración con la restricción de espacio, es necesario comprender que estos son dos conceptos distintos. La restricción de espacio se ve influenciada por la densidad, es decir, los aspectos físicos del área que se habita, y la aglomeración hace referencia a los factores psicológicos de alguna situación, es decir, es la percepción que el individuo crea del ambiente. Al acceder a un sitio, el individuo tiene la capacidad de percibir la cantidad de personas que habitan un lugar, y el espacio disponible existente, lo cual produce la actitud del usuario. En términos más sencillos, aunque el espacio sea reducido, el individuo solo sentirá aglomeración cuando el ambiente le impida realizar las actividades necesarias o de interacción social. Y como se revisó en el apartado de estrés, la aglomeración es uno de los principales factores que lo provocan, y por consecuencia generan una mala experiencia para el usuario.

 

¿Cómo es que la aglomeración engendra estrés en el ser humano? Por medio de el impedimento de actividades en un espacio, ya sea por parte del ambiente físico o social, es decir, si hay muchos objetos o un área reducida, o se aloja una desmesurada cantidad de personas en el ambiente. Estas situaciones provocan una invasión en el espacio personal del usuario, y ya que éste se considera un amortiguador o protector ante amenazas, al verse violado por otra persona, el individuo se siente desprotegido e inseguro. Asimismo, sentir la aglomeración o estar con una cantidad más amplia de personas que con las que el individuo desea estar, implica temor para el sujeto por su incapacidad de tener el control sobre la situación, lo cual puede ocasionar sensaciones desagradables en él, o un sentimiento de fracaso. Los efectos que provoca la aglomeración son una alta susceptibilidad a contraer enfermedades, agresión, reduce el deseo de participar o ayudar a las demás personas, por lo tanto reduce la interacción social, y esto causa un cambio negativo en el estado de ánimo del individuo. Incluso, cuando el individuo genera una sobrecarga de información o que su control sobre la situación es nulo, presenta sentimientos de ansiedad y por lo tanto prefiere aislarse de las demás personas.

 

La privacía es otro factor que se destaca en la psicología ambiental, ésta va directamente ligada con la aglomeración, es decir, ésta es la relación densidad y restricción de espacio, y la privacía es un rincón privado para el individuo. En ocasiones, la privacía puede denotar soledad, encontrar un espacio en el que el usuario pueda estar a solas para reflexionar y meditar, aunque a veces también puede significar un ambiente para dos o más personas en el que puedan compartir sus sentimientos sin ser perturbados por personas o factores externos.

 

Se han identificado tres tendencias de la privacidad enfocadas en el aislamiento gracias a la psicóloga Nancy Marshall en 1970, éstas son: soledad, reclusión, e intimidad. La soledad es el deseo de estar a solas, la reclusión es el deseo de vivir fuera de la ciudad y su ajetreo, el ruido, la aglomeración, etc., y finalmente, la intimidad es el deseo de aislarse para estar solo con personas que representen algo significativo para el individuo. Asimismo, la misma psicóloga describió otras tres tendencias pero esta vez enfocadas en el control que tiene el individuo sobre la información: anonimato, reserva, y retraimiento. El anonimato hace referencia a no dejar que las personas conozcan todo acerca de el individuo, la reserva es el contener la auto exploración frente a personas con las que no se tiene la suficiente confianza, y el retraimiento implica la preferencia por no relacionarse o interactuar con el entorno social, así los miembros que conforman la sociedad no sentirán la libertad de recurrir al individuo y se evitarán interacciones interpersonales no deseadas.

 

El sentimiento de poseer privacía resulta ser excesivamente satisfactorio para el individuo, puesto que permite un control sobre la interacción interpersonal, concede la capacidad de controlar la información, y por lo tanto también al acceso de los estímulos provenientes de otras personas, creando así un control selectivo en las relaciones que sostiene el individuo con las personas que lo rodean. Asimismo, una de las funciones principales de la privacía es otorgarle al individuo un sentido de identidad personal, ya que cuando éste está solo se permite reflexionar y meditar acerca del ambiente y de su impacto en este, otorgándole sentimientos de independencia que hacen al individuo sentirse bien con el mismo.

 

La territorialidad es un concepto que está en la genética del ser humano desde tiempos remotos, como se puede observar en la historia, las disputas anteriormente se desarrollaban por tierras. Algunos peleaban por obtener las tierras de otras personas y otros solo por conservar las suyas. Gracias a la evolución del pensamiento del hombre ya no se observa tan marcado este comportamiento en el cual se invadían áreas y mataban personas por territorio. Hoy en día, se respeta un poco más el territorio de cada quien, por ejemplo, el hogar, no llega nadie a invadir, ni entran desconocidos como si ese lugar les perteneciera.

 

La territorialidad y la privacía son conceptos que comúnmente se confunden, sin embargo son distintos, puesto que la privacía es una barrera invisible personal que se mueve con el individuo conforme se desplaza por la vida, como una burbuja. En cambio, la territorialidad es una propiedad literal y tangible que forma parte de las pertenencias de un individuo o un grupo. Los miembros que cuentan con la jurisdicción de algún territorio, personalizan su espacio para que se adapte a sus necesidades, y esto también sirve como distintivo para que los externos comprendan que es un territorio ocupado por alguien más. El concepto de territorialidad ayuda a mantener en orden y manejar la vida cotidiana.

 

A través de investigaciones, se han clasificado los territorios en tres tipos, como son: primarios, secundarios, y públicos. Los primarios, son en los cuales el individuo tiene un control relativamente total, como la casa, y cuando una persona externa invade este tipo de territorios se crea un problema muy serio que involucra a la justicia de la zona en la que se ubica. Los secundarios son menos importantes que los anteriores, dado que tienen un uso semipúblico y el individuo puede tener una especie de control o jerarquía en éste pero jamás control total, un ejemplo de estos territorios, son los deportivos, o escuelas. Por último, los públicos pertenecen a la sociedad, por lo tanto ningún individuo tiene control sobre éstos, estos son los menos favoritos de las personas ya que no son capaces de cambiar o controlar ninguna situación, también son en los que se puede observar una alta aglomeración por ser comunes. 

 

El territorio se comparte con individuos con los que hay experiencias, gustos, conocimientos, o intereses en común, por ejemplo, en la casa se tiene en común que todos son familia, en el vecindario que todos pertenecen a una misma zona, en la carrera en la universidad que a todos les apasiona la misma disciplina, etc. Es una necesidad básica del ser humano el pertenecer a un lugar, y esto le hace desarrollar un sentido de identidad propio junto con la privacía.

 

Se ha demostrado mediante experimentos psicológicos, que se aumenta el sentido de pertenencia de un individuo cuando se le permite personalizar el espacio que habita, desde escoger colores que sean agradables para el, distintivos de su personalidad , u objetos que tengan un valor emocional.

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